miércoles, 29 de febrero de 2012

Historias I:


Capítulo II: Miedo.
E#
No te gustó nada que Mery hubiera tratado así a la nueva. ¿Desde cuándo era buena con los nuevos? Se lo planteaste, vos no eras una chica de esas que le ocultaba las cosas a los demás, eras una persona frontal.
- ¿Desde cuándo te haces la buenita con la gente nueva? - dijiste.
- Yo no me hice la buena, la mandé para la cocina. Si llegó no sé - te contestó.
- Gorda, ¿por qué tenemos que ser así con la gente nueva? - preguntó Candela, ella era la más lenta de las tres. La que le tenías que explicar las cosas tres veces y aún así no las entendía.
- Porque son nuevos y tienen que aprender a vivir nuestra vida.
- Tienen que pagar derecho de piso - dijo alguien detrás tuyo. Era el inconfundible Agustín "Cachetón" Sierra. Lo miraste y se entendieron, tenían la misma personalidad y los mismos pensamientos.
Llegaste a clase y te sentaste en tu banco adelante de todos. Al lado tuyo se sentó Candela y detrás Peter con Agustín. Era la primer hora del día, Historia, un bodrio.
N#
Definitivamente, éste no era tu lugar. Todos te miraban raro por ser becado por el juzgado. Era obvio que entre tanto "chetaje" el chusmerío no corriera a la velocidad de la luz. Te sentaste con Victorio, uno de los chicos con los cuales compartías la habitación, detrás de todo cerca de Mariana.
En Historia te iba realmente mal y no te importaba, por eso decidiste no prestar atención ya que no ibas a entender nada e iba a ser "al pedo" como lo definías vos. Te quisiste hacer el interesado en la clase y miraste hacia delante, estaba aquella rubia que te encantaba pero sabías que era de la clase de personas que detestabas terriblemente. Esas personas arrogantes, orgullosas, que se creen el centro del mundo y no lo son. De esas personas de las que estabas rodeado y no podías salir. Si salías, había una sola opción y no la querías aceptar: el Escorial.
- Che, ¿viste cómo te mira la hija del director? - te dijo Victorio señalando disimuladamente a una morocha de mirada penetrante y seductora. Asentiste devolviendo la mirada y guiñándole el ojo. Eras un verdadero pirata. - Pero te aconsejo que no te metas con ella porque no es de confiar. Le cuenta todo al padre y a veces las versiones llegan dobladas.
- Ah, simpática la chica - dijiste irónicamente. El timbre del recreo sonó, tenían un recreo cada una hora. Con Victorio, Mariana, Rocío y Daniela se quedaron en el aula hablando y conociéndose. Ellos eran como vos, no soportaban a los "chetos", sólo Daniela (que era la que más tiempo estaba allí).
- De verdad, no son malos. Hay que aprender a conocerlos - decía.
- Ay, ¡por Dios gata! Date cuenta de que éstos chabones te usan para que les hagas las tareas y después te dejan de hablar - le aclaró Rocío. Ahora confirmabas lo basura que eran esas personas y no querías creer que la rubia era como ellos.
P#
Entraste a tu aula y estaban los nuevos en el fondo hablando. Viste como el rubio, Nicolás, abrazaba a quien tendría que ser TU chica. Entendiste que ella quizás era su novia y no te gustó para nada. Algo tenías que hacer para que se separen y así poder avanzar vos. Sabías que ninguna se resiste a tus encantos ni a tu sonrisa compradora, así que pensabas que Mariana sería como las demás.
- Hola, ¿ya recorrieron el colegio? - dijiste acercándote a ellos.
- Sí, se los mostré yo - te contestó Daniela.
- Ah, ok. Cualquier cosa que necesiten me dicen - dijiste y te fuiste, pero antes le sonreíste y le guiñaste el ojo a Mariana, la cual sólo sonrió muy poco.
Te quedaste escuchando detrás de la ventana para saber si le decían algo de vos.
- Éste cheto quiere algo con vos Lali - escuchaste.
- Yo estoy con Benjamín, aparte sabés qué pienso de estos chetos. Son todos unos caretas - no quisiste escuchar más. No sabías qué era lo que te pasaba, ¿te habías puesto mal? ¿Por ella? ¿O por lo que pensaban de vos? Aceptaste que pensaran así, si vos eras de distinta sociedad que ellos y te consideraban un "cheto" por tener todo lo que tenías y ser el más popular y el mejor del colegio, estaba perfecto.
El timbre del fin del recreo sonó y tendrías que volver a clase, no querías, te estabas sintiendo mal. No sabías por qué. Decidiste ir a comer algo a la cafetería pero estaba cerrada, 'Vuelvo a las 13:30 hs.' decía un cartel. 'Que grasa' pensaste en voz alta.
- ¿Grasa? Si necesitar irte para resolver un problema personal vos lo consideras grasa, de verdad que estás mal - dijo una voz de mujer detrás tuyo. Te diste vuelta y era ella, Mariana.
- Me parece que grasa es colgar un cartel - le contestaste con tu "simpatía" falsa.
M#
Ese cheto ignorante te volvía loca pero además empezabas a odiarlo. Era un cínico, ciego y se creía el centro del mundo. ¿Pero quién se piensa que es? Vos lo ibas a poner en su lugar, como siempre hacías.
- ¿Y qué querías? ¿Que ponga un cartel luminoso con fuegos artificiales?
- No, que avisaran por la conexión de parlantes que hay en todo el colegio.
- Reíste irónica. - ¿Todos acá son personas sin cerebro?
- ¿Perdón?
- No, no te perdono.
- Yo sí tengo cerebro chiquita y si quiero puedo sacarte a vos y a tu amiguito del colegio - te dijo intentando asustarte.
- Claro, el nenito de papá con una llamadita puede hacer cualquier cosa... Sabés que no te tengo miedo y me importa tres cominos lo que hagas - la verdad, que lo lindo lo tenía de arrogante.
- Se acercó a vos. - Me tendrías que tener miedo, chiquita...

Ésta historia continuará.

2 comentarios:

  1. nooo estos dos van cada vez peor.. Y Lali tiene razon es muy arrogante este chico!!! espero mas nove pronto... Besos!!!

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  2. ahhhh bueno le dolio que le digan cheto y se pone en actitud de arrogante! así no avanzamos Pedrin así no! si te la quieres "ganar" mas vale que uses otras tácticas! naajajajaja

    ME encanta la nove! :D

    Besos y MAS NOVE

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