viernes, 16 de marzo de 2012

Historias I:


Capítulo VIII: Distinta.
N#
- Ni yo ni Mariana tenemos padres - le confesaste mientras ella terminaba de lavar el vestido. Se había puesto otro, más lindo.
- ¿Son hermanos?
- No, pero es como si lo fuéramos. Nos conocimos escapándonos de un hogar cuando éramos chicos.
- Que rebeldes - dijo ella sentándose al lado tuyo. Ya no se acordaban que había una fiesta y los dos tenían que estar. No les importaba. - Que loco conocerse escapando, cualquiera diría que fue como una película de amor...
Reíste. - No, porque nos odiábamos.
(FlashBack:
Mariana y Nicolás se tenían un odio interno muy fuerte. Ella había decidido escaparse unas noches antes de la Navidad del 2003, él también. No habían arreglado nada, pero así se dio.
Los dos lograron escaparse por el único lugar que podían de ese horrible lugar. Más odio se tuvieron cuando vieron que los dos se tenían que escapar juntos. Nicolás decía que ella lo iba a echar todo a perder porque era muy torpe, Mariana decía que él iba a hacer uno de sus típicos saltos raros para derribar cosas y los iban a agarrar.
Para suerte de los dos, lograron escaparse sin ninguna complicación. Se despidieron y empezaron a caminar hacia lugares contrarios. Nicolás no pudo contenerse, sabía que Mariana era una persona muy débil y sensible. Estaba en él la seguridad de ella. Por más que diga que se podía cuidar sola, él sabía que no era así. Volvió sobre sus pasos y la buscó, la vio sentada en un banco de una plaza completamente sola.
- No me voy a ir sin vos - le dijo cuando se acercó a ella.
- Andate, ¿quién te necesita? - le contestó sin dejar de lado su orgullo.
- Vos.
- No te necesito Nicolás.
- Sí, tenés doce años.
- ¡Vos también! - Después de un tiempo, Nicolás logró convencer que Mariana vaya con él a donde Dios los lleve...
Fin FlashBack)
-  Y así nos hicimos los amigos que somos ahora - concluiste.
- Vida jodida la tuya - te dijo ella con una sonrisa. - Pero ahora tenés que agradecer que estás acá.
- No sé si agradecer, pero no es tan malo este lugar después de todo.
M#
Te había dicho que estabas hermosa, la estantería se te movió completamente, te temblaban las piernas. Estabas muy nerviosa. Pero sabías que era un chamuyo para que te sientas así como estás ahora, pero él no te puede ver así. Vos sos una mujer orgullosa y fría cuando querés. Y ahora querés, por tu bien.
- Me miraban mal te dije.
- Y yo te dije que te miraban porque estabas hermosa. Estás y estabas.
- ¿No sería al revés?
- Estabas, estás y estarás hermosa - dijo acercándose a vos. A medida que él se acercaba más vos dabas pasos para atrás. No querías caer en su sonrisa compradora como las miles de chicas que habrán caído allí.
Cayeron los dos en tu cama. Lo miraste con miedo, eso era lo que sentías. - Peter, podes...
- ¿Salir? - Te interrumpió y asentiste. - No - dijo sonriéndote con su sonrisa compradora.
E#
No podías creer por todo lo que habían pasado Nicolás y Mariana. Te sentías la persona más afortunada del mundo al lado de ellos dos. Ahora entendías más la actitud de Mariana, la frialdad, la desconfianza. Ahora entendías porqué Nicolás la cuidaba tanto.
- No puedo creer por todo lo que pasaron, es increíble la fuerza interior que tienen los dos.
- No sé si fuerza interior. Yo lo llamaría resistencia.
- Resistencia... - dijiste asintiendo. - Nos perdimos la fiesta.
- Sí, pero... ¿no te gustó más hablar que estar rodeado de personas que te juzgan por cómo actuás?
- La verdad que sí... - dijiste riendo. Algunas veces ya te cansabas de que los demás te juzguen por todo lo que haces. Eras una persona muy conocida en el colegio, se podría decir que eras muy popular, y eso traía esas consecuencias. Nunca en tu vida podrías salir de tu cuarto en pijama o sin pintar porque todos te juzgarían y eso no lo permitirías.
- Contame algo de tu vida ahora. Yo te conté mi infancia.
- No tuve una linda infancia como todos creen... - comenzaste - mis papás me metieron en este colegio desde la primaria porque ellos viajaban todo el tiempo. Acá conocí a Peter, Agus y Cande, en la primaria obvio. Mery entró hace dos años - le contabas. Él te miraba a los ojos como diciéndote que te entendía. Te sentías distinta con él.
P#
La tenías ahí, muy cerca tuyo. Sus respiraciones se cruzaban, la distancia era muy poca entre sus labios. Te animaste y la besaste, nunca te besaron así. Fue un beso especial, un beso mágico. Un beso... distinto.
- Ésto está mal - te dijo ella cuando se separaron.
- ¿Por qué?
- Porque seguro lo haces con todas y la verdad que yo no puedo hacerlo. Tengo... algo así como un novio afuera... esperándome.
- ¿Algo así como un novio? Si no es tu novio oficial seguís soltera y por lo tanto haces lo que querés.
- No, porque yo no soy así. Por favor, no me la compliques - te rogó. Veías cierta angustia en sus ojos. Sentiste que no podías hacer nada más pero, a la vez, sí podías. Porque a partir de ese beso, algo entre los dos cambió. Pero ella tenía la cabeza y el corazón en otra persona que, si bien estaba lejos, seguía cerca suyo. - Por favor - te repitió.

Ésta historia continuará.

6 comentarios:

  1. Euge y Nico perfectos,Lali ,parece temerosa,x la persona k tiene fuera esperandola.

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    1. Me gusta que saquen sus propias conclusiones. Tiren ideas! Jajjajaja; muchas gracias por leer ♥

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  2. Peter se manda solo.Primero los estudios,eso es lo principal,cuando puedas ,nos pones novela y ya.

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    1. Trato de hacer las dos cosas, estudiar primeramente y hacer la novela para no dejarlos a ustedes así de la nada. :P

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  3. ahhhh MAS NOVE!!!! Que tierno Nico por cuidar a LAli, Nico y Euge me encanta que esten teniendo estos acercamientos y en lo de Peter y Lali que decir SE BESARON perooooo ahhh Lali te mataría dejarlo a Peter por tu algo así que tienes fuera no no no!!!

    MAS NOVE!!!! ;) besos y me encanta espero que te puedas organizar con tus estudios y pronto estes más tranqui!!!!

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